miércoles, 9 de diciembre de 2009

PANDA

Akí os dejo la continuación de aquel PANDA q os escribí hace unos días, a ver q os parece... (D todas maneras, os lo pongo entero x si acaso):

Como cada sábado por la mañana, Ángel, Dani y Patri se fueron al gimnasio. Al principio fue todo muy raro. La gente no paraba de pedirles autógrafos y de hacerse fotos con ellos. Pero al pasar los días, ya empezaron a dejarles tranquilos y lograron ser tres anónimos más que iban al gimnasio a mantenerse en forma.

- Yo, la verdad, es que no lo necesito,- decía Ángel todos los días, con falsos aires de grandeza. Aunque la realidad era otra: se pasaba todo el día machacándose en las máquinas. Patri era más de hacer yoga, aunque no le hacía ascos a una bicicleta.

- No creáis que esta cinturilla de avispa es fácil de mantener. Dani sí que tenía un problema… - Desde lo de la “Cuore” estoy muy obsesionado.

- Pero si tú estás muy bien así…,- le respondió Ángel, poniendo ojitos.

Comenzaron los tres a la vez con bicicletas, luego pasaron a cintas, pero cuando empezó la sesión de yoga, Patri les abandona, y Dani y Ángel usaron máquinas individualmente. Al cabo de un rato, Ángel abandona.

- ¿Tan pronto?,- sonríe Dani, levantando una ceja.

- Me voy a la ducha, que estoy sudando a mares.

- Mmmm…

Ángel se fue al vestuario. Allí se quita la camiseta. El sudor hacía brillar su cuerpo. Cuando se quita los pantalones, un ruido le sobresalta.

- ¡Patri!

Patricia estaba escondida entre las taquillas. Ángel se subió rápidamente los pantalones.

- ¡Joder! ¡Qué susto me has dado!

Patricia no respondió. Tan sólo le miraba de soslayo, con la cabeza levemente gacha. Avanzó hacia él lentamente, mientras se mordía la yema del dedo. Ángel se asustó y comenzó a andar hacia atrás, sin dejar de mirar a Patricia. Ángel choca con la pared. Patricia le acorrala. No tenía escapatoria.

- Ángel…,- susurraba la rubia mientras jugaba con su dedo entre el vello pectoral del catalán.

- ¿Qué piensas?

Patricia contestó con un apasionado beso a la vez que lo abraza por el cuello. Ángel no salía de su asombro, pero se dejó llevar y la abrazó por la cintura. Sus lenguas se encontraron mil y una veces en sus bocas. Ángel la levantó y la llevó en volandas hasta uno de los bancos. Ángel metió sus manos por debajo de la chaqueta del chándal de Patricia. Un simple movimiento y sacó sus manos junto al bra, tirándolo lejos. Patricia se quita la chaqueta y se abalanza sobre el enano, dejándolo tumbado sobre el banco. Patricia, con su mirada de loca tan característica, toma la cintura del pantalón de Ángel y lo baja lentamente. Ángel miraba asombrado, sin saber qué hacer.

- Veamos si es cierta la regla de la “L”…,- dijo socarronamente la presentadora mientras desplazaba sus manos por el calzón de él. Los ojos de Patricia lo dijeron todo. Ángel, mirando a otro lado con una sonrisa entre nerviosa y vencedora, toma a Patricia y la tumba a ella. Le quita los pantalones y mete su mano sutilmente dentro de su lencería. Patricia cierra los ojos mientras experimenta el placer que aquello le producía. Patricia se mordía las yemas de los dedos. Nunca antes nadie había conseguido excitarla tanto.

- Ángel…,- susurró la rubia, mientras le miraba con los ojos entornados. Ángel comprendió y subió de nivel. Con las piernas a cada lado del banco, Patricia permitió a Ángel entrar en su venusiana cueva con la marciana llave del enano. Como si de Alí Baba se tratase, Ángel era el único que sabía las palabras mágicas para que Patricia viera el camino directo al éxtasis. Pero un ruido les interrumpe. La puerta se abre. Nerviosos, se levantan y corretean por el vestuario. Ángel toma a Patricia y la esconde en una de las duchas, corriendo la cortina justo a tiempo.

- Ángel, ¿qué haces? ¿A qué juegas?

Dani se quedó quieto como una estatua. Miró a Ángel de arriba a abajo. Se quedó mirándole la entrepierna.

- Esto…,- dijo, señalando dicho lugar.

- ¿Eh…?,- Ángel, jadeante, se mira la entrepierna. Toma el calzón y se lo pone.

- ¿Se puede saber qué estabas haciendo?,- Dani le miró a los ojos, extrañado, mientras daba un paso hacia atrás.

- ¡No, no! ¡No es lo que piensas!

- No quiero saber lo que haces en la intimidad, pero esto ya es demasiado…,- Dani se dio la vuelta para irse.

- ¡Dani!

Dani se vuelve. Esa voz no era la de Ángel. Y ahí estaba, tapándose con la cortina de la ducha, y con el sonrojo envolviéndole el rostro.

- ¿Patri?

Dani pasaba su mirada de Patricia a Ángel, y viceversa. Y al fin comprendió. Dani se adelanta a Patricia.

- Ángel es sólo mío,- le susurra.

- Eso habrá que verlo,- y besa a Ángel en la boca. Cuando termina, recoge el relevo Dani.

- ¿Y bien?,- le preguntan los dos. Ángel se relamía con los ojos cerrados. Al abrirlos, movió su mirada entre aquellas dos personas que le estaban interrogando con la mirada. Ángel, con su sonrisa tan malvadamente hermosa, toma a los dos de las muñecas y los mete en la ducha, corriendo él la cortina tras de sí.

Los tres se miraban entre nerviosos y avergonzados, pero Ángel fue directo. Tomo entre sus manos el rostro de Patricia y la besó apasionadamente. Ella se quedó con los ojos abiertos como platos y bizcos mientras veía cómo Ángel cerraba con fuerza los suyos. Dani, recuperando el pudor, se vuelve. Ángel lo notó y abre los ojos mirándole. Le toma del cuello de la camisa t atrae hacia sí. Le besa. Patricia les mira atónita mientras se pasa lentamente el dedo por los labios. La rubia notaba mayor pasión en aquel beso y los celos comenzaron a hacer mella en ella, pero se calmó. Les separa. Los dos la miran sin comprender. Patricia mira fijamente a Ángel quien, sonriendo, se acerca a ella, pero ella le detiene y besa a Dani.

Ángel se queda petrificado. No sabe qué hacer. Observa impertérrito cómo la muchacha le quita la camisa al esbelto catalán mientras éste, temeroso, pasa sus manos por su cintura, atrapándola en un sensual abrazo, llegando a esas pequeñas manzanas carnosas del final de su espalda, llegando a apretar un par de veces con fuerza. Patricia se desliza por el cuerpo de Dani hasta arrodillarse delante de él. Le baja tranquilamente los pantalones mientras Dani abre como puede los ojos. No sabe cómo, logra ver al enano. Lo agarra del cabello y lo acerca hacia él, besándole.

Patricia les mira de reojo de vez en cuando. Aquel beso, no sabe por qué, la excitaba cada vez más, y por eso quería proporcionar cada vez más placer a Dani. Éste baja una de sus manos hasta poder juguetear con el miembro de Ángel. Patricia se coloca de una manera más cómoda entre los dos catalanes y se encarga ella misma de la manualidad.

Ángel frena el beso y mira a Patricia, entre dominante y compasivo. Dani, sin embargo, no le aparta la mirada de él, y le acaricia el torso. Ángel levanta la barbilla de Patricia y la hace levantarse. Patricia quiere besarle, pero Ángel la vuelve. Dani se arrodilla ante la matriz de Patricia. Ésta cierra los ojos, se inclina violentamente hacia delante y exclama de placer al notar el húmedo beso del barbudo. Ángel la tuerce el cuello para besarla. En su rostro ya se podía apreciar cierto sadismo. Baja sus manos hasta las nalgas de la rubia.

- No, Ángel, por favor...,- susurraba suplicante Patricia, pero no obtuvo respuesta a su favor. Ángel intentaba por todos los medios hacerse hueco en el cuerpo de la loca. Dani se levanta al ver que el enano consiguió su objetivo. Ángel trataba de doblegar a la mujer, pero ella tenía más fuerza y consiguió vencerle.

Dani estaba deseoso de apagar su pasión con un beso recíproco en placer de Patricia, pero al ver que Ángel no consiguió someterla, se pone tras el agrio presentador y le imita.

Patricia consigue zafarse de ellos y se queda mirándoles. Ángel estaba mirándola como diciéndola: "¿Qué haces?". Dani, sin embargo, ponía toda su pasión en el rítmico movimiento de su pelvis. Patricia se sienta delante de ellos y se abre de piernas mientras juega consigo misma.

- Oh, Paty...,- Ángel dibujaba una medio sonrisa en su rostro mientras se arrodillaba ante ella. Dani descansa el tiempo justo para que su amigo se mezclara con la pucelana. Y como si de un sólo ser se tratara, los tres respiraban, jadeaban y se movían al unísono para llegar a un estallido de placer sólo comparable con el Big Bang.

martes, 8 de diciembre de 2009

LA BODA (TEATRO)

Antes de nada, muchas gracias a tod@s los q habéis leído la anterior historia. Vuestros comentarios me han estado a punto de hacerme llorar... (Dios, cómo mentims los españoles.... es broma). Así q, mientras dejo descansar las neuronas, aquí os voy a ir dejando algunas cositas q tenía guardadas desde hace unos añitos. Espero q os guste.

LA BODA

Acto Único

Al alzarse el telón óiganse murmullos en off. Escena desierta, desnuda. Sólo se percibe una borrosa sombra de una vidriera de iglesia. Entra la Novia, con su elegante y grandioso traje blanco, con velo incluido. Con ella el Padrino (su padre de ella), con traje de chaqué.

NOVIA.- (Entrando por la derecha, presurosa, recogiéndose la falda del vestido. Su padre va tras ella, tratando de pararla). ¡No, no y no!

PADRINO.- ¡Cariño!

NOVIA.- (Volviéndose). ¡He dicho que no, padre! ¡Ea!

PADRINO.- No le hagas esto a tu madre…

NOVIA.- Querrás decir que no te lo haga a ti.

PADRINO.- ¿Qué hablas?

NOVIA.- No te hagas el sorprendido. Sé que él es hijo del coaccionista de tu empresa, y casándome con él, la empresa pasaría a ser tuya.

PADRINO.- (Con sonrisa nerviosa). Eso no es cierto…

NOVIA.- No te hagas el tonto. ¿Creías que por ser yo hija de ricos, el haber vivido como una reina en mis últimos veinte años me habrían vuelto una hedonista autista, que vive para sí y por sí? ¿Creías que no me daría cuenta de que desde que nací me harías casar con un millonario que no haría más que acrecentar tu fortuna y mi desdicha? ¿No crees que me siento utilizada por ti? Ya sé cómo se sentían los príncipes en la Edad Media cuando se les obligaba a casarse con los herederos de los otros países… ¡Todo esto es política, padre! ¡Política!

PADRINO.- ¡Deliras!

NOVIA.- ¡No, padre! Jamás en mi vida estuve tan cuerda. ¡He dicho que no me quiero casar con él, y lo mantendré!

PADRINO.- ¡Mira que eres cabezota!

NOVIA.- ¡Hombre, he ahí la única pista que me hace ser verdaderamente tu hija!

PADRINO.- ¿Cómo puedes hacerte esto, en el día más importante de tu vida?

NOVIA.- Tienes razón… ¿Cómo puedo hacerte esto, en el día más importante de tu vida?

PADRINO.- (Con cierto enfado). Niña, aunque éste sea el día de tu boda, aunque seas mayor de edad, yo sigo siendo tu padre, y si he hacer que me respetes con la voz del cinto, juro a Dios y en esta su santa casa que así lo haré…

NOVIA.- ¡No debes! ¡No debes!

PADRINO.- Tienes razón. No debo. Da gracias a Dios de que delante de él no tengo voluntad, pero prepárate cuando estemos en casa si no aceptas las nupcias.

NOVIA.- ¡Jamás! (Vase llorando por la izquierda).

PADRINO.- (Desesperado). Qué hija tengo. ¡Qué hija tengo! La verdad es que no sé a quién ha salido con ese carácter… Pero ya aprenderá, ya… Aún no está madura del todo, pero a fuerza de latigazos de cuero lo estará. ¡Qué suplicio, por Dios! ¡Qué calvario! (Mire a la derecha). Mas por ahí viene él… Debo desfruncir el ceño, que no me vea así. (Vuélvase y gesticule como tratando de calmarse. Entren el Novio y la Madrina-su madre de él. El Novio lleve traje elegantísimo de chaqué; ella un traje morado o lila, con los bordes retocados en negro. Pamela de igual tono).

MADRINA.- (A su hijo, entrando con él). Mira, ahí está su padre.

NOVIO.- (Adelantándose al Padrino). Buenos días, señor. ¿Le ocurre algo a su hija de usted? ¿Se siente indispuesta?

PADRINO.- (Volviéndose, camuflando malamente sus sentimientos). Los nervios típicos de la boda… Ya se le pasará…

NOVIO.- ¿Así que es típico el que la novia, tras humillarte en plena ceremonia, con dos mil invitados con los ojos puestos en ti, tras insultarte, te de una bofetada en pleno rostro y se vaya corriendo? ¡Pues vaya unos tópicos!

MADRINA.- ¡Qué recuerdos…! Así tal cuál fue la boda con tu padre.

NOVIO.- Me ha parecido que discutían…

PADRINO.- Los nervios…

NOVIO.- No sé si será por el eco de estos sitios, pero me pareció oír algo de unos príncipes y no sé qué otras cosas…

PADRINO.- ¿No te lo ha contado…?

MADRINA.- ¿Qué teníamos que saber?

PADRINO.- Es que justo la semana que viene tiene un muy importante examen, y, claro, el estrés que eso causa, juntado con la boda…

MADRINA.- ¡Si es que me parece estar viviendo mi propia boda! Yo también tuve un examen a la semana de la boda. Era el de conducir. ¡Qué vergüenza! En vez de contestar “sí quiero”, dije “la b”. ¡Pobre Macario, si llegara a levantar la cabeza…!

NOVIO.- (A su madre). Madre, padre se llamaba Mariano. Y, además, sigue vivo.

MADRINA.- Ya, pero, ¿no le has visto? Se ha dormido en plena boda.

NOVIO.- (Volviéndose al Padrino). Volviendo a lo nuestro… ¿De qué examen se trata?

PADRINO.- ¿Qué?

NOVIO.- El examen de su hija.

PADRINO.- ¿Qué examen? ¡Ah…! El examen… De Historia.

NOVIO.- ¿De su carrera?

PADRINO.- Sí.

NOVIO.- ¿Y desde cuándo se estudia Historia en Medicina?

PADRINO.- ¿Qué? ¡Ah! Es que es Historia de la Medicina.

NOVIO.- ¿Y qué tienen que ver los príncipes en ello?

PADRINO.- Pues…, porque… Mmm… ¡Mira, hijo! ¡No me líes que ya tengo suficiente con lo de mi hija! (Vase por la izquierda, limpiándose el sudor de su frente con el pañuelo que le asoma en el bolsillo del pecho de su chaqueta).

NOVIO.- (A su madre). Ya sé que las bodas pone nervioso a cualquiera, pero esto me parece algo excesivo… ¿No crees, madre?

MADRINA.- No te preocupes. Ya verás cómo sale bien.

NOVIO.- Mas… temo una cosa…

MADRINA.- ¿Qué hijo? (El Novio vuélvase gacho y llévese las manos a la altura del estómago, entrecruzadas. La Madrina le ve). ¡No tendrás un retraso!

NOVIO.- ¿Un qué…? ¡Madre, qué cosas dices! La que tendría el retraso sería ella…

MADRINA.- ¿Qué ella tiene un retraso?

NOVIO.- ¡Que no, madre!

MADRINA.- ¿Qué soy yo la del retraso? ¡Uy! Pues ni me había dado cuenta…

NOVIO.- ¡Madre, no me ponga más nervioso de lo que estoy! (Vase por la izquierda).

MADRINA.- (Al Público). Entonces, ¿quién tiene el retraso? (En ese momento entre, por la derecha, Paula, tía del Novio, con un bello vestido ceñido que la llega hasta los pies. La Madrina la ve). Paula, ¿eres tú la del retraso?

PAULA.- (Con cierta exasperación). ¡Está bien! ¡De acuerdo! ¡Lo admito y pido perdón por ello! ¡Ya sé que he llegado tarde a la boda, pero no sabéis cómo estaba el tráfico!

MADRINA.- Bueno, no te pongas así…

PAULA.- ¿Es que todo el mundo me lo tiene que restregar por la cara? ¡Ya pedí perdón y todo! ¿Qué más queréis, que me confiese?

MADRINA.- Tranquila, tranquila… (Preparándose para irse por la derecha. Aparte). Pero a mí me da que aquí alguien tiene un retraso… ¡Haber si va a ser el cura! (Vase corriendo).

PAULA.- (Para sí, vigilando a la Madrina mientras realiza el mutis). Parece que se ha ido… Realmente debería confesarme por haber llegado tarde, ya que no había tal tráfico… Tuve que hacer escala en una casa para recoger a alguien… ¡Y si llegaran a saberlo…! ¡Seguro que nos matan! Y mi hermano el primero… ¡Pobre hombre, no llegaría a soportarlo! (Volviéndose a la salida derecha, haciendo señas de que alguien entre. Ese alguien es Lucas, joven vestido de calle). ¿Seguro que nadie te ha visto?

LUCAS.- ¿Exceptuándole a Él? (Señale al techo).

PAULA.- Sabes que si nos ven, de la que nos caerá no nos librará ni Su Hijo…

LUCAS.- Tranquila, si nadie ha sabido lo mío…

PAULA.- Pero las paredes oyen… Y más éstas. ¿Y no crees también que esto que vamos a hacer sea sacrilegio? Bueno, perdona. Lo que vas a hacer tú.

LUCAS.- ¡Bah! Como no creo en Dios…

RAMIRO.- (En off). ¡Lucas!

LUCAS.- (Petrificado, al igual que Paula). Dime por favor que lo has oído.

PAULA.- Sí. Y mira que es raro, ya que a mí no me ha nombrado…

RAMIRO.- (En off). ¡Paula!

PAULA.- ¡No, si… antes lo digo…! (Entre Ramiro, hermano del novio, y, por lo tanto, sobrino de Paula, por la derecha. Vista de esmoquin).

RAMIRO.- (Entrando por la derecha). Lucas, ¿se puede saber qué haces aquí?

LUCAS.- ¡Ay, Ramiro! ¡Qué susto nos has dado!

RAMIRO.- ¿Por qué?

PAULA.- Creíamos que eras Él…

RAMIRO.- ¿Qué él? (Paula y Lucas señalen al techo. Ramiro mire arriba). ¡Bah! ¿Y no creéis que Él pudiera ser que…? ¡Hombre! Es que siendo Único…, y el hecho de haber creado primero al hombre, y haber expulsado primero a la mujer… No sé, a mí me da qué pensar… Pero hablemos claro… (Miren a Paula, quien mira tras sí. Luego se vuelve otra vez).

PAULA.- (Con falsa sorpresa). ¡Uy, si me parece que viene tu padre! Voy a retenerle… (Vase por la derecha. Queden Ramiro y Lucas solos).

RAMIRO.- ¿Pero estás loco? ¿Cómo te has atrevido a venir hasta aquí, a la boda de mi hermano?

LUCAS.- Ya sabes que soy así…

RAMIRO.- Sí, loco.

LUCAS.- Por ti…

RAMIRO.- De remate…

LUCAS.- De atar…

RAMIRO.- ¡Loca!

LUCAS.- (Retocándose amaneradamente). Gracias…

RAMIRO.- (Tomándole de las manos). Ya sé que llevamos tiempo juntos…

LUCAS.- Desde la Universidad…

RAMIRO.- Y desde entonces ha pasado mucho tiempo…

LUCAS.- Tan sólo hace un par de años…

RAMIRO.- Pero aún no me he atrevido…

LUCAS.- Tú reafírmate. Yo lo hice por ti…

RAMIRO.- Sí, y te echaron de casa.

LUCAS.- Y me desheredaron. Pero eso ya es agua pasada. ¡Mira qué contento estoy! Porque ya puedo estar contigo libremente. No tengo ya por qué fingir cuando salgo para verte… ¡Se acabaron mis penalidades!

RAMIRO.- (Aparte). Y las mías acaban de empezar…

LUCAS.- ¿Decías?

RAMIRO.- Que no me atrevo… ¡Menudo es mi padre!

LUCAS.- Si tan sólo has de salir a la luz, déjate guiar. Yo te llevaré a la luz.

RAMIRO.- Lucas, me das miedo… Me recuerdas no sé a qué con lo de la luz que me entra un no sé qué…

LUCAS.- ¿Aún te acuerdas…? (Ramiro se dispone a contestarle, pero le pone un dedo en los labios). Calla. No digas nada. Tan sólo bésame. (Bésense apasionadamente. Entre entonces, por la derecha, una anciana en silla de ruedas de funcionamiento mecánico. Respira con la ayuda de una bombona de oxígeno. Quédese mirándoles. Lucas nota su presencia y sepárese violentamente). ¡Horror! ¡Tu abuela!

RAMIRO.- (Vuélvase). ¡Bah! Si apenas puede hablar. Se pasa todo el día pegada a esa bombona… Y, además, está más sorda que una tapia… (Acercándose a la anciana y gritándola). ¿Qué, abuela? ¡Menudo colocón!, ¿no? Ahí, con la bombona dale que te pego, ¿eh? Luego, en el banquete, que rule. (La Abuela hace un intento de quitarse la mascarilla y querer hablar, pero Ramiro, rápido, le vuelve a colocar la mascarilla). No se quite la mascarilla… Ya sabe que si la entra aire en los pulmones se nos muere… Hala, así… Sin poder hablar… (Volviendo a Lucas). No hay de qué preocuparse. A mi abuela la quedan dos telediarios… (Mirándose el reloj de pulsera). Y ahora hay uno… ¿Por dónde íbamos? (Vuélvanse a abrazar y a besar. Al poco, es Ramiro el que se separa violentamente).

LUCAS.- ¿Qué pasa ahora?

RAMIRO.- ¡Que viene Isabel! ¡Vete!

LUCAS.- ¿Por dónde?

RAMIRO.- ¡Por allí!

LUCAS.- Que eso es la sacristía…

RAMIRO.- ¡Pues por allá!

LUCAS.- Por ahí se va a la nave central…

RAMIRO.- (Levantando la trampilla del suelo). ¡Por aquí!

LUCAS.- ¡Que eso son las catacumbas!

RAMIRO.- (Empujando a Lucas, quien cae por la trampilla, cerrándola). ¡Que entres te digo! (Entre entonces Isabel, joven muchacha, vestida elegantemente).

ISABEL.- (Entrando). ¿Ramiro? Así que estabas aquí…

RAMIRO.- (Asustado, con sonrisa nerviosa). ¡Isabel! ¿Cómo tú por aquí?

ISABEL.- Me invitaste, ¿te acuerdas? Además, viniste a recogerme a mi casa.

RAMIRO.- ¡Ah, sí! Es cierto.

ISABEL.- (Viendo a la Abuela). ¡Hombre, si está la matriarca de la familia! (Gritándola). ¿Qué tal señora? ¡Estará usted contenta!, ¿no? ¡Por fin se le casa un nieto! (La Abuela se quita la mascarilla y trata de hablar, pero Ramiro raudamente se la vuelve a poner).

RAMIRO.- ¡Mírala! ¡Si es que está rebosante de alegría!

ISABEL.- Sí, desde luego, lo que es rebosante de alegría, es verdad; pero en lo referente a salud…

RAMIRO.- Es cierto. El médico dijo que como se quitara un solo segundo la mascarilla, adiós y muy buenas… ¡Pobre mujer! ¡Ay, quién tuviera la mitad de su edad y el doble de salud!

ISABEL.- Y dime, ¿qué es lo que haces aquí? (La Abuela vuelve a intentar hablar sin la mascarilla, pero Ramiro vuelve a recolocársela).

RAMIRO.- (A la Abuela). ¡Mire que es usted cabezota! (A Isabel). Si es que es lo que tiene el ser de pueblo…

ISABEL.- ¿Pero tu abuela no nació en la ciudad?

RAMIRO.- Ya, pero tira la sangre… Sus antepasados eran de pueblo y… (La Abuela señala, con brazo tembloroso, la trampilla).

ISABEL.- (Dándose cuenta de ello). ¿Qué hace tu abuela?

RAMIRO.- (Volviéndose. Se sobresalta y regaña a la Abuela). ¡Ya la he dicho mil veces que no coja cosas del suelo! (La Abuela, totalmente asustada, niega con la cabeza, volviendo a señalar la trampilla). ¡No, abuela! ¡Caca! ¡Caca! (La da en la mano).

ISABEL.- No creo que sea eso. Señala la entrada a las catacumbas.

RAMIRO.- ¡Sí, abuela! ¡Eso son las catacumbas! ¡Ahí hay mucho muerto! (A Isabel). Además, qué la voy a decir, si estará acostumbrada de pasarse todo el día en el centro de día. (La Abuela vuelve a señalar la trampilla).

ISABEL.- Creo que quiere que la bajes…

RAMIRO.- (A la Abuela, regañándola). ¡Que no puede bajar! ¡Que el señor cura no deja pasar ahí abajo, a no ser que estés muerto! ¡Que no puede ser, abuela! (La mujer sigue señalando la trampilla. Se quita la mascarilla, tratando hablar). ¡Mire que es usted cabezota, pero cabezota, cabezota!, ¿eh? ¡Que no puede ser y punto! ¡Y váyase, que la están llamando! (Toma la silla con la Abuela, y la empuja con fuerza. Abuela y silla salgan, muy veloces, por la salida derecha).

ISABEL.- Eso no es forma de tratar a un mayor…

RAMIRO.- Es mi abuela y hago con ella lo que quiera. Y déjame, que me estoy liando. (Vase por la izquierda).

ISABEL.- Cada día está más raro este chico… (Entre por la izquierda, llorando, la Novia). ¡Marisa!

NOVIA.- (Reconociendo a Isabel, abrazándola). ¡Isabel! ¡Oh, Isabel! ¡Qué desdichada soy!

ISABEL.- Es normal que te sientas así… Suele pasar siempre el día de la boda que la novia…

NOVIA.- (Interrumpiéndola). No, no es eso. Es que resulta que mi padre me quiere casar con Alfonso para poder unirse él a su familia…

ISABEL.- Ya lo sé. Serán consuegros. Familia política.

NOVIA.- De política si que tiene que ver, pero no va por ahí la cosa. Es que él pretende asociarse a la familia de Alfonso por la vía de mi matrimonio con él para poder incrementar su patrimonio.

ISABEL.- (Sorprendida). ¿Lo que me quieres decir es que se trata de una boda de intereses?

NOVIA.- Eso es… Y recurro a ti, ya que fuiste durante un tiempo novia de su hermano. A él le querías, ¿verdad?

ISABEL.- Sí, así es.

NOVIA.- ¿Y te dijo alguna vez quién era? ¿O cuál era su apellido?

ISABEL.- Casi al momento. Cuando nos conocimos, en la facultad, al verle la cara por primera vez, me dije: “A mi me suena de no sé qué esa cara…”, y, pensando, pensando, sin poder llegar a nada, me decidí a preguntarle. Él mintió en su nombre, yo le creí, pero algo me decía que su historia no encajaba, pero al poco lo olvidé. Quedamos unas cuantas veces hasta que formalizamos nuestro noviazgo, y llegó el momento de presentar las familias. Yo fui la primera. Cuando le llegó el turno a él, al principio daba largas para que no conociera a sus padres, hasta que no lo resistió más y me lo dijo todo. Yo le dije que no importaba, ya que lo que me enamoró de él fue su persona, no su renombre (bueno, el de su familia). Pero lo dejamos por imposición de sus padres (o eso me dijo él). La cosa es que lo que importa es el amor, no el dinero.

NOVIA.- Eso díselo a mi padre, quien, por cierto, por ahí viene. ¡Por Dios, defiéndeme! (Quédese tras Isabel. Entre el Padrino, por la izquierda, totalmente enfadado).

PADRINO.- ¡Marisa! ¡Ven aquí!

NOVIA.- ¡No, padre!

PADRINO.- Marisa…

ISABEL.- ¿Se puede saber qué es lo que…?

PADRINO.- (A Isabel, interrumpiéndola). ¡Tu no te metas si no quieres recibir tú también! (A la Novia). ¡Marisa, ven aquí y quítate el velo, o te juro por tu madre que, como te voy a poner la cara, tendrás que llevarlo de por vida!

NOVIA.- No.

PADRINO.- ¡Marisa!

ISABEL.- (Interponiéndose entrambos). ¡Un momento! Señor mío, déjeme explicarle…

PADRINO.- ¿Y a ti quién te ha dado vela en este entierro?

ISABEL.- Soy Isabel, la que fuera prometida de Ramiro, el hermano del novio.

PADRINO.- (Entrecortado, petrificado; al momento inclínese cortésmente). A sus pies, señora…

ISABEL.- Menos teatro, señor mío.

PADRINO.- ¿Qué puedo hacer por usted?

ISABEL.- Tan sólo respóndame a una cosa.

PADRINO.- Dígame.

ISABEL.- ¿Quién quiere casarse con mi cuñado: ella o usted?

PADRINO.- ¿Qué pregunta es esa? Ella, por supuesto…

ISABEL.- ¿Seguro…?

PADRINO.- ¡Seguro! ¿Acaso duda de mi palabra?

ISABEL.- Yo no. Pero su hija sí.

PADRINO.- ¡Ella jamás debe dudar de mi palabra! ¡Soy su padre!

ISABEL.- Se equivoca. Tiene el derecho, ¡la obligación!, de poder y tener que dudar de la palabra de su padre. ¿Qué intereses le mueve a usted para que su hija se case con mi cuñado?

PADRINO.- De amor.

ISABEL.- De política.

NOVIA.- Económicos…

PADRINO.- ¡Tú calla!

ISABEL.- ¡Ni se le ocurra amenazar a esta pobre chica! ¿Qué daño hace si no quiere casarse con ese joven? ¡Ninguno!

PADRINO.- ¡Ahí te equivocas! ¡Si que hace daño, y mucho!

ISABEL.- ¿A quién?

PADRINO.- ¡A mí! (Silencio. Isabel le mira al Padrino con sonrisa maquiavélica, mientras que él se interrumpe, dando a entender que se ha ido de la lengua).

ISABEL.- (Tras el silencio). ¿Y bien?

PADRINO.- (Tratando de buscar una salida. Tartamudeando). ¡Es la voluntad de un padre y ha de cumplirla como hija mía que es! (Tomando a la Novia fuertemente del brazo y llevándosela. La Novia trata de escaparse, sin éxito).

ISABEL.- ¡Suéltela!

NOVIA.- ¡Suélteme, padre! ¡Me hace daño!

PADRINO.- ¡Créeme, hija! ¡En el futuro me lo agradecerás!

ISABEL.- ¡Señor!

PADRINO.- ¡Te casará con él!

NOVIA.- ¡Jamás!

PADRINO.- ¡Tan cierto como que el sol sale por el este! ¿O es por el oeste?

MADRINA.- (Entrando por la derecha). Siempre se te dio mal la geografía… (Todos se la quedan mirando. En un descuido, la Novia de escapa de la mano de su padre y acude junto a la Madrina).

ISABEL.- ¿Cómo lo sabe?

MADRINA.- Es un larga historia…

PADRINO.- Una larga historia que no debe ser contada.

MADRINA.- ¿Quién te crees que eres al negarme la palabra, “Teno”?

NOVIA.- ¿”Teno”? ¿Cómo sabe ella que ese es tu apodo?

PADRINO.- Se lo habrá oído decir a tu madre…

NOVIA.- Si mamá ya no te llama así desde hace años…

ISABEL.- ¿Qué historia hay aquí, señora?

MADRINA.- Veréis… Mas no, no la diré.

PADRINO.- Más te vale.

MADRINA.- Antes será mejor que hable esta niña con Alfonso…

NOVIA.- (Separándose de la Madrina). ¡No! ¡No! ¿Usted también? ¡Jamás!

MADRINA.- ¡Tranquila, niña! Tan sólo quiero que habléis. Dile por qué no quieres casarte con él, por qué le has dejado de piedra en el altar, y te busca para que le expliques.

NOVIA.- (Calmada). ¿Sólo hablar?

MADRINA.- Sólo hablar. Te lo prometo.

NOVIA.- De acuerdo. Pero a cambio os quiero pedir una cosa.

MADRINA.- Lo que sea.

NOVIA.- Que después me explicaréis esa extraña historia que tenéis con mi padre.

MADRINA.- Está hecho. (Haciéndola hueco en su brazo). ¿Vamos con mi hijo?

NOVIA.- (Cogiéndola del brazo, algo tímida). Vamos… (Vanse las dos por la izquierda).

PADRINO.- ¡Voto a tal que jamás se sabrá aquello! (Vase enojado por la derecha).

ISABEL.- Este hombre se trae algo entre manos. Me da miedo que pueda llegar a hacer alguna locura. Le comentaré a Ramiro, y que él acuda luego a Alfonso, ya que tiene más trato con él… (Vase por la izquierda. Entren al poco, por la izquierda, el Novio, la Novia y la Madrina).

MADRINA.- Y ahora nadie se moverá de aquí hasta que se zanje este asunto. Marisa, ¿qué le tenías que comentar a mi hijo?

NOVIO.- ¿Madre?

NOVIA.- Alfonso, te debo una explicación…

NOVIO.- (Tomándola del hombro). Marisa…

NOVIA.- No. Antes de que digas nada, déjame a mí. No me quiero casar contigo.

NOVIO.- ¿Por qué? ¿Acaso no soy como pensabas?

NOVIA.- No, no es eso. Es cierto que eres guapo, gentil, muy caballeroso…

NOVIO.- ¿Cómo has podido sacar esas conclusiones si no hace ni tres meses que nos conocimos?

MADRINA.- (Interrumpiéndole). Déjala acabar.

NOVIA.- Alfonso, es cierto que apenas nos conocimos tres meses, y que eso es muy poco tiempo para conocerse, y, mucho menos, para pensar en una boda, pero así lo acordó mi padre… Él tiene la culpa de todo esto.

NOVIO.- ¿Cómo? No comprendo nada…

NOVIA.- Ahora mismo te lo explico… Mi padre, al saber que yo salía contigo, decidió que me casara contigo lo antes posible, ya que eres el heredero de las fortunas de tus padres y de sus empresas. Mi padre, roído por la avaricia, quiso que yo me casara contigo para así él poder emparentarse con tu familia.

NOVIO.- Luego…

NOVIA.- Luego mi boda, nuestra boda, es por motivos económicos y políticos, motivos a los que yo me opongo. Pero no te pongas triste, no es por ti…

NOVIO.- No, si lo comprendo. Te entiendo muy bien…

NOVIA.- ¿Cómo?

NOVIO.- (A la Madrina). Madre, ¿puedo…?

MADRINA.- Adelante. Ya que ella ha sido franca y sincera contigo, es tu turno.

NOVIA.- ¿Qué ocurre?

NOVIO.- Que no importa si te casas conmigo o si no. Tu padre tenía todas las de perder.

NOVIA.- No comprendo…

NOVIO.- Estamos arruinados. Yo y toda mi familia estamos en la bancarrota. Subsistimos gracias a los ingresos que mis tíos y mis demás parientes nos ingresan en el banco cada mes, pero no son suficientes. Las deudas nos acosan, nos ahogan. Yo, si he de serte sincero, esperaba casarme contigo por si tu dote nos servía de algo…

NOVIA.- Pues mucho me temo que no, ya que mi padre temo que me haya ya desheredado… Pero, de todas maneras, tal y como dijo el cura en el altar, estaré a tu lado siempre, en lo bueno y en lo malo…

NOVIO.- En la riqueza y en la pobreza… Eso para nosotros tiene otro sentido, uno mucho más literal de lo que aparenta o parece. Luego, ¿sí que te quieres casar conmigo?

NOVIA.- Sí, aunque a mi padre le reviente.

NOVIO.- Esta es la Marisa que conocí aquel día… (Abrácense y bésense. La Madrina enjúguese las lágrimas).

MADRINA.- ¿Es o no es lo que yo digo? ¡Igualito al día de mi boda!

PAULA.- (En off). ¿Qué pretendes? (Los tres miren sorprendidos a todas partes).

NOVIA.- ¿Qué es eso?

MADRINA.- No lo sé…

PAULA.- (En off). ¿Es que te has vuelto loco?

NOVIO.- ¡Esa es la voz de mi tía!

PADRINO.- (En off). ¡Aparta, mujer!

NOVIA.- ¡Y ese es mi padre! ¡Y parece muy enfadado! (Entren por la izquierda, corriendo, Ramiro e Isabel).

RAMIRO.- ¡Hermano! ¡Pronto ennegrecerá el traje de Marisa!

MADRINA.- ¡Ramiro! ¡Isabel! ¿Qué es esa turbación?

ISABEL.- ¡Ay, señora! ¡El padre de Marisa!

NOVIA.- ¡Mi padre!

ISABEL.- ¡Qué horror!

LOS TRES.- ¿Y bien?

RAMIRO.- ¡Está como loco!

NOVIA.- ¡Temo lo que vaya a hacer!

ISABEL.- Dice que si su hija no se casa con Alfonso, nadie se casará con ella.

NOVIA.- ¡Que me mata!

RAMIRO.- Y la amenaza también te coge de lleno, hermano.

NOVIO.- ¡Mi madre!

MADRINA.- Dime hijo…

NOVIA.- ¿Qué haremos, Alfonso?

NOVIO.- Intentar hablar con él…

NOVIA.- ¿Te has vuelto loco? ¿Es que no conoces a mi padre?

NOVIO.- Pues va a ser que no.

NOVIA.- Cuando está loco de ira, es difícil, por no decir imposible, hablar con él y hacerle entrar en razón. Más vale huir de él hasta que se le pase, que puede ser meses, e incluso me atrevería a decir años. (Óiganse grandes golpes. Todos gírense a la derecha muy asustados).

RAMIRO.- ¡Que tira la puerta!

NOVIA.- Alfonso, si no salimos de aquí, ya no habrá sitio donde esconderse.

NOVIO.- Valor, Marisa. Tu padre no me da miedo…

MADRINA.- Qué valiente que es mi hijo…

NOVIO.- Más bien me da pánico. Pero hagamos de tripas corazón y razonemos con él todo lo que podamos… (Entre el Padrino por la derecha, loco, portando una escopeta).

PADRINO.- ¡Si no os podéis casar entre vosotros, nadie lo hará con vosotros! (Apúnteles).

MADRINA.- ¡Está loco!

RAMIRO.- ¡Totalmente ido!

NOVIA.- ¡Ay, que me mata!

ISABEL.- ¡Socorro! ¡Auxilio!

PADRINO.- ¡Callad, que me desconcentráis!

NOVIO.- ¡No se le ocurra!

PADRINO.- Si ahora todos han hecho aquí lo que les ha venido en gana, ¿por qué no voy a ser yo menos?

NOVIO.- ¡Esto es la casa de Dios!

PADRINO.- ¡Como si es la casa de Tócame Roque! ¡U os casáis ahora o yo os juro ante Él que os he de matar!

NOVIO.- No hay boda.

PADRINO.- Pues entonces esas son tus últimas palabras.

NOVIO.- ¡No! Aún no he terminado. Déjeme, como mi última voluntad…

PADRINO.- (Tras dudar un momento, baja el arma). Adelante.

NOVIO.- Digo que no habrá boda, tal como usted la hubiera querido…

PADRINO.- (Con cierto desconcierto). ¿Qué quieres decir?

NOVIO.- Que sí, que al final nos vamos a casar, pero no como a usted le hubiera gustado.

NOVIA.- Es cierto. Ya sí que quiero. Me lo han contado todo y estoy dispuesta a asumir las responsabilidades.

PADRINO.- ¿De qué me estáis hablando?

NOVIA.- Padre… Alfonso está arruinado.

PADRINO.- (Asombrado, totalmente perplejo. Suelte la escopeta). ¿Es posible?

NOVIO.- Sí. Mi padre, al amasar su fortuna, y creyendo que jamás se le acabaría, no terminaba de gastar, comprando cosas totalmente innecesarias, como treinta coches (uno para cada día del año), doscientos trajes para mi madre…

MADRINA.- Total, yo soy mujer de fondo pequeño…

NOVIO.- Y apostaba grandes sumas de dinero, que perdía alegremente. Llegó un momento en que empezó a ver cómo llegaba ya justo a fin de mes y decidió empezar a pedir prestado: que si un millón por aquí, que si medio por allá… Total, que acabó efectivamente millonario, pero en términos de deudas. Luego si su hija se casa conmigo, usted, lo que heredará de mi familia, son deudas. Todo deudas. Yo esperaba, si he de serle sincero, que, al casarme con su hija, poder pagar algunas de esas deudas con la herencia y la dote que usted donara…

PADRINO.- Luego he sido engañado.

NOVIA.- (Al Público). El cazador cazado.

MADRINA.- Pero aquí no acaba la cosa…

ISABEL.- ¿Cómo?

RAMIRO.- ¿De qué habláis, madre? ¿Acaso hay algo más?

MADRINA.- Sí, y muy importante. Este asunto de emparentar las dos familias viene de muy lejos, incluso nosotros dos, él y yo, estuvimos implicados de lleno.

ISABEL.- ¿Es posible?

PADRINO.- No serás capaz…

MADRINA.- Que todos la oigan. ¡Paula!

PADRINO.- No te oye. (Todos se sobresaltan).

ISABEL.- ¿No la habrás matado?

PADRINO.- No. Tan sólo está desmayada. La di con la culata del rifle. Dentro de un rato estará como nueva.

MADRINA.- De todas maneras, ésta es la historia: hace ya varios años, cuando aún vosotros no habíais nacido, y nosotros teníamos más o menos vuestra edad, vivía yo con mi familia en el pueblo. La vida de posguerra en aquella España fue muy dura, pero logramos salir adelante. Algunos se fueron a hacer las Américas por ver si conseguían algo, otros, sin embargo, decidieron quedarse (se fueron los nacionales y se quedaron los adictos al régimen). Mi familia era de los segundos. Debido a que mi abuelo tenía muchos contactos en las altas esferas, en menos de un año consiguió rehacer su vida. (Señale al Padrino). Sin embargo, su familia era de ideales menos autoritarios, y, como la mayoría de españoles, vivían en el umbral de la pobreza, intentando hacerse paso en un país de gigantes. (A la Novia). Cuando tu padre y yo nos conocimos, al final del colegio, nos enamoramos como dos tontos (más tonta yo). Me llamaba y me venía a buscar para salir a dar una vuelta por el pueblo todos los días, me compraba cosas, e, incluso, llegamos a comer en la casa del otro. Lo malo fue la insistencia que tenía mi madre y mi padre de que aquel chico no me convenía (todo esto fue como tres o cuatro años antes de conocer al que sería mi marido). Ya llevábamos los dos como cinco años juntos. Cuando mis padres me optaron (me obligaron) a dejarle, diciendo que no estaba conmigo más que por el dinero, yo les hice oídos sordos y seguía viéndole. ¿Porqué, cuando jóvenes, no hacemos caso de nuestros padres cuando nos advierten en el tema amoroso, si ellos han vivido más y saben más que nosotros?

ABUELA.- (Entrando por la derecha, mascarilla en mano. Hable con cierta dificultad). Si sabrá más el diablo por sabio que por diablo… (Todos vuélvanse, sorprendidos).

NOVIO.- ¡Abuela!

MADRINA.- ¡Madre!

RAMIRO.- (Aparte). ¡Estoy perdido!

MADRINA.- (A la Abuela). ¿Está usted, entonces, de acuerdo en lo que digo?

ABUELA.- (Tomando aire de la mascarilla a momentos). Sí, eso es todo verdad. ¡Si lo que no sabe una madre…!

MADRINA.- ¿Le importaría usted seguir la historia…?

RAMIRO.- (Interrumpiéndola, nervioso). ¿Cómo va a continuar si habla igual que el Papa?

MADRINA.- En ese caso seguiré yo: decidí entonces investigar un poco más por ver si era cierto o no que él me quería por el dinero. Pero me equivoqué en que no. Un día, que fui a buscarle debido a que el día anterior no le vi, me enteré. ¡Maldita la hora…! Se lo oí comentar a un amigo suyo: “Todos mis problemas están resueltos. He conseguido hacerme con la hija del cacique (en este sentido un cacique es el más rico del pueblo). En cuanto me case con ella, podré rehacer mi vida, pero como un nuevo rico”. El corazón me dio un vuelco antes de terminar roto y despedazado. Se lo dije a mis padres y, para recuperarme, nos trasladamos a la ciudad. Aquí encontré al que sería mi marido (un hombre que me quería como era, no por quién era). Junto a él construimos la empresa que le hizo millonario, más si juntamos sus ganancias con las riquezas de mis padres.

NOVIA.- Por tanto, esto venía de antes…

MADRINA.- Efectivamente.

NOVIA.- (Asomándose). Luego sí que es cierto que mi boda era para beneficio personal.

NOVIO.- Cierto, no por motu proprio.

PADRINO.- ¡No sabes lo que era vivir en aquella época…!

NOVIA.- (Adelantándose al Padrino). ¡Tienes toda la razón! ¡No lo sé! Pero tengo la impresión de que es algo parecido a lo que he estado pasando todo este tiempo… Imposiciones de los padres…, tristeza eterna… ¡Soy como la princesa que está encerrada toda su vida en una torre de marfil! Soy como Rapunsel sin melena, pero, sin saberlo usted, padre, habéis conseguido que un príncipe, que al principio me parecía rana, me salvara, sin necesidad de kilométrico cabello. (Abrácese al Novio).

PADRINO.- Pues entonces sin problemas. Todo salió al final tal y como esperaba. En cuanto os caséis, la fortuna de él pasará también a ser la tuya, y, por tanto, mía, y… (Mientras habla el Padrino, la Abuela se acerca a él, bombona en mano, para darle luego con ella en la cabeza, cayendo el Padrino al suelo, inconsciente. Todos quedan petrificados y anonadados por lo sucedido).

MADRINA, NOVIO, RAMIRO.- ¡Abuela!

ISABEL, NOVIA.- ¡Señora!

ABUELA.- (Respirando por la mascarilla, hablando entrecortadamente). Eso jamás. Los dos deberán hacer las capitulaciones declarando, bien claramente, separación de bienes. Más que por soberbia mía, lo digo por precaución de su padre. Que no os pase como a mí.

TODOS (Excepto Abuela y Padrino).- ¿Cómo? ¿Usted también?

ABUELA.- Dejadme que os lo cuente…

RAMIRO.- (Aparte, con desesperanza). Ya está otra vez con sus batallitas…

ABUELA.- Cuando me casé con el abuelo… (Es interrumpida por Paula, quien entra por la derecha, tapándola la boca con la mascarilla).

PAULA.- Así, haber si al final se nos va a quedar en el sitio por no hacer caso al médico.

MADRINA.- ¡Paula! ¿Estás bien?

PAULA.- Sí, sólo que un poco aturdida… (Viendo al Padrino en el suelo). ¿Qué ha pasado?

NOVIO.- La abuela, que menuda es.

RAMIRO.- Sí. Acaba de demostrar que tiene antepasados vascos. ¡Qué manera de levantar la bombona! ¡Ni que estuviera vacía!

ABUELA.- (Quitándose la mascarilla). ¡Haber si no voy a poder tener ni voz ni voto en este asunto!

PAULA.- ¡Abuela! ¡Que no se quite la mascarilla…! (Vaya a taparla la boca de nuevo con la mascarilla, pero Ramiro la detiene tomándola del brazo, negándola con la cabeza. Paula queda en el sitio).

ABUELA.- Como os iba diciendo, cuando me casé con el abuelo, era yo la millonaria, y él un…, ¿cómo llamarlo?... Un burgués de segunda, digámoslo así. Él y yo nos queríamos mucho, pero el dinero, mi dinero, se interpuso, y pudo más él que el amor, por lo que en poco acabamos casi en bancarrota. Para poder salir a flote, aunque tuviéramos el agua al cuello, me dediqué durante una temporada a limpiar pisos, hasta que, por fuerza del destino, al estallar la guerra, mi marido fue a ella, llegando al cabo con la cabeza bien alta y el pecho lleno de medallas. Llegó a estar junto con el General cuando la toma de Madrid. En poco, mi marido llegó a ser buen amigo del General, por lo que, cuando ya hubo familiaridades entre ellos, le reclamó un poco de dinero y un buen puesto en la Administración, a lo que el General accedió. Cuando volvimos a nuestra posición social originaria, mi marido decidió crear una empresa (financiada por el General, dicho sea de paso), una empresa que llegó a ser de las más millonarias del país. Pero las deudas… ¡Ay, las deudas! Empezaron a llegar cartas de la Central remitidas por el propio General (o, al menos, en su nombre) reclamando el pago de intereses. Mi pobre marido quería al final llegar a los tribunales, pero yo le pedí que recapacitara, que pensara contra quien pensaba querellarse. Al final accedió a pagar los intereses sin chistar, pero tomando de mi fortuna. Gracias a Dios que recuperamos con lo de sus empresas, que si no… Y esta es mi historia. Si no declaráis separación de bienes, mucho me temo que acabaréis muy mal los dos, tanto en el sentido económico como en el amatorio, por las deudas que se os presenten… (Acercándose a la Novia, a quien le habla al oído). Y por tu padre.

NOVIO.- (A la Novia, quien vuelve hacia él). ¿A ti que te parece?

NOVIA.- ¿Y a ti?

NOVIO.- Lo digo porque es tu padre…

NOVIA.- Digo que de acuerdo: separación de bienes.

PAULA.- ¡Pues vayamos ya a celebrar esta dichosa boda!

MADRINA.- ¡Si es que es clavadita, clavadita a la mía! (A la Abuela). ¿O no, madre?

ABUELA.- Y a la mía, hija. Y a la mía… (De repente, la Abuela cae al suelo. Está encima de la trampilla del suelo, que en ese momento se abre. Abuela y silla caen al suelo. Todos acudan a ayudarla. La Abuela quéjese. De la trampilla asómese Lucas, aterrorizado).

LUCAS.- (Asomándose aterrorizado). ¡Ramiro! ¿Puedo salir ya?

PAULA, RAMIRO.- ¡Lucas!

LUCAS.- Aquí abajo hay mucho movimiento… Y no me refiero a los muertos precisamente…

MADRINA.- ¿Y éste quién es?

ISABEL.- A mí el caso es que me suena de algo…

ABUELA.- (De nuevo sentada en la silla, tomando aire de la bombona). Éste chico es… (Paula y Ramiro corran a taparla la boca con la mascarilla).

PAULA, RAMIRO.- ¡No!

MADRINA.- Pero, ¿se puede saber qué es lo que os pasa hoy a los dos? Estáis de un raro…

NOVIO.- ¿Y tú quién eres? Porque no vienes ni de su parte ni de la mía…

LUCAS.- (Ya en escena). Ahí te equivocas. Vengo de la tuya.

RAMIRO.- ¡Lucas!

LUCAS.- Déjame hablar, Ramiro. Creo que ya va siendo hora de que lo sepan…

MADRINA.- ¿Saber qué?

LUCAS.- Pues que soy… (Ramiro tápele la boca).

NOVIA.- ¿Quién es?

RAMIRO.- Es… ¡Mi camello!

TODOS (Excepto Ramiro, Lucas y Padrino).- ¿Tu qué?

NOVIO.- Hermano… No creía que fueras tú de esos que…

MADRINA.- Con razón huele así su habitación cuando entro.

ISABEL.- Ahora comprendo por qué está tan raro…

NOVIA.- Haber si me aclaro… Tú eres un millonario pobre, tu madre está en un momento “revival” con el día de su boda, tu abuela es como Matusalén y ahora tu hermano es un drogadicto. ¡Y yo que creía que mi familia era rara…!

LUCAS.- Déjalo, Ramiro, que la estás liando…, y gorda. (A todos). No, no soy ningún camello. Sólo soy el amante de Ramiro. (Sorpresa generalizada).

MADRINA.- (Quien manifiesta los primeros síntomas de un desmayo. Los dos novios la toman en sus brazos). Casi hubiera preferido lo del camello…

NOVIO.- ¿Cómo se lo decís así, tan de sopetón?

LUCAS.- Es que es la única manera que había de poder decírselo, porque se empieza a guardar dentro, a guardar dentro…, hasta que te das cuenta que cada día que pasa es más difícil de sacarlo.

NOVIO.- Ya, pero habría sido mejor que hubiera sido el propio Ramiro el que lo hubiera dicho, ¿no crees?

RAMIRO.- Déjalo, Alfonso. Lo hecho, hecho está. Y si no queréis saber nada más de mí, lo comprendo. Ahora mismo voy a casa a por mis cosas y me iré para siempre de vuestras vidas. De todas maneras, pensaba quedarme a vivir con Lucas.

NOVIA.- No digas eso, querido cuñado. Si tu hermano ha accedido a casarse conmigo, a pesar de las metas egoístas y económicas que mi padre pretendía, ¿cómo no va a aceptar esto?

NOVIO.- Es cierto. Ramiro, somos hermanos, y siempre nos hemos contado las cosas. ¿Por qué no me lo dijiste? Yo al menos habría allanado un poco el camino para decírselo a nuestra madre…

RAMIRO.- Había vergüenza…

NOVIO.- ¿Vergüenza? ¿De qué?

RAMIRO.- De intolerancia, de no-aceptación…

NOVIO.- Ramiro… Que soy tu hermano…

RAMIRO.- Ya, pero como también hemos compartido tantas cosas… En cuanto me di cuenta de mi… problema…

NOVIO.- No es ningún problema.

RAMIRO.- Pues tuve cierta vergüenza y timidez…

NOVIO.- ¿Pero estás tonto o qué? ¡Que soy tu hermano…! ¿Quién te iba a…? (Párese de hablar y quede pensativo). Un momento… ¿Y cuando estuvimos en el equipo de fútbol, a la hora de las duchas, ahí ya eras…?

RAMIRO.- ¿Cuando el equipo de fútbol…? Pues sí, creo que sí.

NOVIO.- (Tras un breve silencio). Qué corte…

ISABEL.- ¿Y es verdad?

RAMIRO.- Me temo que sí, Isabel. Lamento haberte estado engañado todo este tiempo, pero yo también me he estado engañando. Te he utilizado, y perdóname, pero lo hacía para ver si yo pertenecía a un lado o a otro.

ISABEL.- ¿Y ya sabes la respuesta?

RAMIRO.- Creo que sí… (Tome a Lucas del brazo y mírense tiernamente. De repente, dando una palmada fuerte). ¡Soy hermafrodita!

LUCAS.- ¿Qué dices?

RAMIRO.- ¡Que no! Que era una broma…

PAULA.- Estoy algo confusa… ¿Esto es un final triste o un final feliz?

ABUELA.- Yo lo arreglo en un momento. Lo primero de todo, llevaros a éste. (Señale al Padrino. Entre Ramiro y Lucas lo alzan, portándolo fuera de escena entre sí. A los novios). Vosotros dos, ¿al final os vais a casar?

LOS DOS NOVIOS.- Sí.

ABUELA.- Pues id allá y anunciarlo. (Vanse por la derecha. A la Madrina). Y tú, hija, ¿qué haces ahí como pasmarote? ¡Ve con ellos! ¿No eres la madrina?

MADRINA.- ¡Ah, sí! (Vase tras los novios). ¡Igual, igual que en mi boda!

ABUELA.- (A Ramiro y Lucas, quienes entran de nuevo a escena). Y vosotros, ¿de verdad os queréis?

RAMIRO, LUCAS.- Sí.

ABUELA.- Pues también os casaréis.

RAMIRO.- Gracias, abuela, pero no nos podemos casar. No está legalizado.

LUCAS.- ¿Qué dices? En Holanda sí se puede.

ABUELA.- Pues a Holanda nos vamos tras la boda de tu hermano.

RAMIRO.- Gracias, abuela. (A Isabel). ¿Me podrás perdonar algún día?

ISABEL.- Sí, claro.

RAMIRO.- (Tendiéndola la mano). ¿Amigos, entonces?

ISABEL.- (Estrechándole la mano). Amigos.

ABUELA.- Pues volvamos a la boda. (Vanse todos por la derecha. La Abuela retenga a Ramiro, hablándole al oído).

RAMIRO.- ¡Abuela! ¿Está loca?

ABUELA.- Hazme caso… Pronto despertará y podría echarlo todo a perder.

RAMIRO.- Pero…

ABUELA.- No me chistes y actúa.

RAMIRO.- (A regañadientes). De acuerdo… (Vase, un poco malhumorado, por la izquierda. La Abuela vase por la derecha. Al poco vuelva a escena Ramiro con un cartel que dice: “Atajo a la boda” y una flecha señalando hacia abajo. Póngalo junto a la trampilla. Escóndase al fondo. Entre, también por la izquierda, el Padrino, con cierto malhumor. Quede delante del cartel, leyéndolo. Tome la escopeta, que sigue en el suelo, levante la trampilla y baje. Cuando es ido, aparezca Ramiro y, deprisa, cierre la trampilla con un candado y vase corriendo por la derecha, llevando consigo el cartel. Telón y fin).

jueves, 22 de octubre de 2009

¿QUÉ FUE DE....?


¿No os habéis preguntado qué fue de aquellos actores que alcanzaron la fama con una serie, una película, un personaje? ¿Qué fue de ellos? ¿Qué hacen ahora? ¿Siguieron con la profesión? Bueno, pues yo intentaré buscaros, sobre todo, fotos de estos actores y actrices, con una foto de su personaje más conocido, y otra con una foto actual... Y el primero es....


sábado, 9 de mayo de 2009

OBSESION ¿?

"No, no es amor/ lo que tu sientes/ se llama obsesión..."

Así decía el estribillo de una canción. Y, la verdad, creo q es lo mismito, lo mismito, que me pasa a mi desde hace bastantes días... con respecto a alguien...

Todo se remonta hará unos cinco o seis años, cuando nos conocimos por primera vez. Era nuestro primer año de universidad, y desde la primera vez me gustó, pero como al momento también capté q estaba totalmente fuera de mi alcance, pues fui poco a poco transformando ese amor a pura y simple amistad (y funcionó muy bien). Lo malo es que ÉL apenas duró un año, ya q abandonó los estudios poco antes de los exámenes finales. Yo seguí estudiando (hasta hace poco, q también decidí abandonar, pero esta vez por razones laborales). De él no volví a saber nada más, excepto al año siguiente, q trabajaba en un bar, y poco después me le volví a encontrar por la calle. Pero en ningún momento me atreví a hablar con él, porque quizá soy tímido (MI TALÓN DE AQUILES), o porque estaba con una amiga (!).

Bueno, la cosa es que al final conseguí olvidarme de él... hasta q me metí en el Facebook. Ahí decidí buscar a amigos míos, de los que llevo mucho sin saber, algunos se han acordado de mí, otros no (o sí q se acordaron también de mí, y por eso no me aceptan :P). El caso es que me acordé de este amor platónico y le encontré, él se acordó de mí, y aceptó mi solicitud de amistad. Lo malo es que al poco desapareció... porque me bloqueó. Cuando me di cuenta, me dio un vuelco el corazón, la cabeza me empezó a dar vueltas y casi me quedo sin respiración. Diréis: ¡¡¡Exagerado!!! Puede, pero es más o menos lo que sentí. Luego resultó q yo fui el culpable de aquello, porque no paraba de enviarle mensajes (no creais, no era tipo acosador, o tal vez si, pero un mensaje al dia o cada dos sí q le enviaba, pero por seguir una pequeña conversación q teníamos). Lo q yo creo es que comenté algo q no debí, o me expresé mal en alguna frase, pero el caso es que no le he vuelto a encontrar... hasta poco después, creandome otra cuenta. Y ahí me di cuenta: efectivamente me bloqueó, ya que con esta nueva cuenta sí q le encontré. Pero no me atrevo a agregarle. Sí q le envié un mensaje, esta vez con la única intención de pedir perdón, pero no he recibido respuesta. ¿Acaso vio el remitente y borró el mensaje sin ni siquiera ojearlo?

Y desde entonces estoy bastante muy obsesionado con él, siempre me imagino que estoy con él, dando un paseo, en el cine, en casa... Vamos, q sueño con él, tanto dormido como despierto. Y sigo sin atreverme a hablar con él por miedo a q desapareza... pero del todo. Ojala pudiera dar marcha atrás y... Pero es imposible... Lo único q deseo ahora es que nuestra amistad (si es que alguna vez existió) no se rompa.

¿Que qué fue lo q me obsesiona de él? Sobre todo su cara. Sus ojos, su sonrisa, una sonrisa de las de oreja a oreja, sus ojos tan oscuros, su mente...¡ah, esa mente, esa creatividad, esa imaginación! Dos genios se han cruzado en el camino, y por culpa de un posible malentendido ya no se volverán a cruzar nunca más (él es más de teatro, actor; y yo de música... y de la palabra escrita también). Sólo espero q podamos cruzarnos un dia por la calle y poder resolver este asunto... Pero también imposible, él vive en Madrid, y yo en Segovia... Se puede decir q me queda la imaginación, pero es más bello vivirlo de verdad...

miércoles, 25 de febrero de 2009

YOSSI Y JAGGER




Aki os comento una nueva peli al estilo Brokeback q me ha gustado más o menos por igual. Es lo mismo q la peli de Ang Lee, solo q esta vez en vez de dos vaqueros de Wyoming, son dos militares israelies. Pero con un acipiente: son mayor y subordinado.


Esta pelicula está centrada más en los sentimientos de cada uno de ellos, dejando entrever dos personalidades totalmente diferentes: el de menor rango quiere decirlo a los cuatro vientos (no en ese sentido, pero vamos, es más dado a manifestarlo externamente), mientras q el de mayor rango prefiere dejarlo en la más profunda intimidad (hay q decir q todo ocurre en una especie de refugio, "trinchera", ¿bunker? No sabría decir q es realmente, y están rodeados de otros militares: y aki continua la historia: el comandante trae a dos chicas, una de ellas está enamorada de Jagger, el joven, pero otro compañero lo está de ella, y le comen los celos. No, no se vuelve como Yago de Otelo, pero sí q se le ve siempre o casi siempre a malas con Jagger). Y la historia termina como Brokeback: empezó con dos, pero termina con uno... No os digo quien para q la veais. Es muy corta (poco más de una hora, como un mediometraje), y es algo más o menos igual de entretenida q la oscarizada, pero t deja como q falta algo (debido quizá a su duración).


En fin, os recomiendo esta peli, q es como Brokeback, solo q cambia el lugar, los personajes, y se centra más en el amor (lo más cercano al sexo q hay en la peli son los besos entre los protas)

lunes, 23 de febrero de 2009

BROKEBACK MOUNTAIN


Ya hace un mes sin pasarme por aki, pero es ke q esperaba xa ver Brokeback Mountain, q tenía muchísimas ganas de verla, y sólo puedo resumirlo en una palabra: OBRA MAESTRA (sí, ya sé, son 2 palabras, pero es un decir...). La he visto y sus poco más de 2 horas de duración son indetectables. Y ahora, por favor, si alguien aun no la ha visto, pero quiere verla, q salga de mi blog, xq lo q voy a hacer es comentarla... Los q ya la han visto pueden contrastar su vision de la peli:

He decir, en aras de la verdad, que para mi, la primera media hora de la peli es un poco pesada, la verdad (el rollo de qu se conocen y eso...), pero bueno, ahora q lo pienso esta bastante bien (dentro de lo q cabe). Luego, la historia se vuelve super interesante: la primera vez que se acuestan, luego q no se pueden mirar a los ojos (sobre todo Del Mar. ¡¡¡Ledger, estás genial en este personaje!!!). Del Mar le veo como un personaje solitario, sin sentimientos, como si se lamentase de vivir... No sé, lo veo así... Y Jack es como la contraposición, el alter ego, el antagonista... Como querais llamarlo... Es más abierto, más amigable y amistoso. Son como dos personalidades totalmente contrarias q se encuentran (dos polos del distinto signo? dos corrientes de aire distintas? La primera lleva al encuentro, cierto, pero luego se vuelven como lo segundo: una tormenta). Luego se casan con sus respectivas, tienen sus niños, pero siguen viéndose. Eso no es vida... Y la mujer de Del Mar les pilla besandose a la misma puerta de su casa... Y ahí empieza todo...

Además, cuando se casan, es como si una persona con esas dos personalidades pudiera llevar vidas diferentes, sí, pero al final terminan casi igual:

- Del Mar: se casa y tiene dos niñas, pero su mujer le deja. Aun así, su vida es austera, es más, creo q llegan a tener problemas de dinero...
- Jack: se casa con la hija de un rico empresario, q no le traga. Y al final es el mismo Jack quien pide el divorcio.

El final es algo largo tb, pero menos qu el inicio: sólo una pregunta: cuando Del Mar se entera de la muerte de Jack y habla con la viuda, la imagen q aparece de tres dando una paliza a Jack, ¿es la imaginación de Del Mar, o pasó de verdad? Xq la vuida de Jack le dice q murió xq le reventó una rueda en la cara... ¿La viuda sabía lo que pasaba entre su marido y Del Mar? Y cuando Del Mar va a la casa de los padres de Jack, esa escena es super emocionante... sobre todo cuando encuentra la camisa... "snif!"

En fin, q, salvo ciertos momentos, la peli es una autentica obra maestra del septimo arte. Ad+, tb tengo otra peli, q es lo mismo, sólo q en vez de dos vaqueros de Wyoming, son dos soldados israelies. Si quereis buscarla, se titula "Yossi y Jagger". Y ya os la explicaré otro día...

jueves, 19 de febrero de 2009

The best of Karen Walker

Aki os presento un pequeño video con algunos de los grandes momentos de Karen Walker, alias "Anastasia Wiberhausen", de Will y Grace. Espero que os guste...







viernes, 23 de enero de 2009

Bueno, pues aki os dejo un poema que he encontrado entre mis papeles (porque escribo, me gusta escribir, aunque ahora llevo mucho sin hacerlo). Se trata de un poema erótico (aunque a algunos ya el primer verso les revolverá el estómago, porque es erótico, sí, pero de tendencia homo). ¿Por qué Roberto? ¿Quién es? Nadie. Simplemente fue el primer nombre que se me vino a la cabeza. (Quizá sí sea alguien y el subconsciente me engañó, pero yo no conzco a ningún Roberto). Espero que os guste (desde el punto de vista de la estructura, no en lo referente al tema en sí).




ROBERTO

(A UN AMOR PLATÓNICO)



Roberto, mi Robertito,
Cada noche me acuerdo de ti,
Tu sonrisa, tus ojitos
Y tu forma de decirme sí
Cada vez que te preguntaba
Si, al filo de la madrugada,
Querías ser tú el varonil.

Roberto, mi Robertito,
Con tu voz masculina
Me decías cosas al oído
Haciéndome subir la adrenalina
En nuestro placer griego,
Que, convertido en juego,
Hasta el amanecer seguía.

Roberto, mi Robertito,
Cómo te echo de menos.
Tus músculos, con el brillo
Del sudor por todo tu cuerpo
Cada vez que espirabas,
Mi nombre suspirabas,
Añadiendo “te quiero”.

Roberto, mi Robertito,
En nuestro primer aniversario
Me sorprendiste de improviso;
A tu casa fui llevado
Para cenar en ambiente íntimo,
Con velas y pequeños cirios
Con romántico regalo.

Roberto, mi Robertito,
En tu cama acabamos,
Desnudos, desnuditos,
Terminamos por entregarnos
Al deseo de la carne,
Y a erigir nuestras partes
Y meterlas en nuestros anos.

Roberto, mi Robertito,
Tú sí que sabías cómo hacerlo.
“Despacio, despacito”,
te decía yo al meterlo
por mi recto tu bálamo,
la gota gorda sudando,
y el orgasmo consiguiendo.

Roberto, mi Robertito,
hallaba yo el placer
cuando tu erótico brillo
hacía yo desaparecer
al pasar mis manos
por tu cuerpo aclamado
Por mí desde mi amanecer.

Roberto, mi Robertito,
lo que más te gustaba
era cuando, despacito
mis manos desplazaba
de tu cuello a tu falo,
por tu sudor ayudado
Mientras me besabas.

Roberto, mi Robertito
La tuya fue la primera.
Amante amado, querido,
me enseñaste a cogerla
e hizo que obtuvieras placer
desde la primera vez
Que yo eyacular te hiciera.

Roberto, mi Robertito,
me hiciste ascos
cuando, al principio,
el semen te fue derramado
sobre tu fornido cuerpo
y yo comencé a lamerlo
Para limpio dejarlo.

Roberto, mi Robertito,
nos entregamos por completo
a unos dulces aperitivos
en nuestro loco juego:
en ti, nata y fresas,
para mí, ostras frescas,
Convirtiéndonos en griegos.

Roberto, mi Robertito,
Explotábamos al final
Roberto, mi Robertito,
cuando nos dejábamos entregar
en una orgía sin fin,
en un momento viril
Del que no queríamos despertar.

Roberto, mi Robertito,
tú me enseñaste
despacio, despacito
a conseguir eyacularte
con tu fálico tronco
en mi boca, sorbo a sorbo
Con ese sabor a carne.

Roberto, mi Robertito,
los dos a la vez llegamos,
los dos a la vez lo hicimos
llegamos a la cima del orgasmo
sin saber yo que al final
tú mi líquido espermal
Te habías tragado.

Roberto, mi Robertito,
Yo quedé con el tuyo
en mi lengua retenido
y en un beso mutuo
los dos compartimos
y nos repartimos
Tu semental jugo.

Roberto, mi Robertito,
lamento que esas noches
repertirse desde el principio
ya no se puedan, porque
conmigo ya no estás,
te fuiste y no volverás.
¡Pobre Roberto, pobre!

Roberto, mi Robertito,
te has ido de mi lado,
mi amado, mi querido
de mí te has alejado
porque ella te quiso,
de envidia se había roído
Y la Muerte para sí te ha llevado.

Roberto, mi Robertito,
cada noche me acuerdo de ti.
tu sonrisa, tus ojitos,
Y tu forma de decirme que si
tenías que irte tú antes,
que no me lamentase,
Porque conmigo estarías aquí.

Roberto, mi Robertito...

jueves, 15 de enero de 2009

¿CRISIS? ¿QUÉ CRISIS?

Eso es lo que yo me pregunto. Dicen que hay crisis..., ¿dónde? ¿Alguien la ve? Dicen que los precios están más altos, y los sueldos más bajos. Bueno, lo de los sueldos lo creo (aunque este ultimo mes he cobrado más de lo normal, sin contar la extra de navidad, jejeje...), pero aun así sigue viniendo gente al hotel (a pesar que este año hemos subido las tarifas: concretamente 5 euros la hab, y 1 el desayuno, que, así a lo tonto, recaudamos entre 5 y 7 euros al día por habitación).

También he de decir que la culpa no es de los políticos (esos de derechas que culpan a ZP, y los socialistas que se meten con los populares). Mirad, yo soy de izquierdas (del PSOE, pero porque es el partido mayoritario de este signo, aunq, según test de internet, que los hago para pasar el rato, me pone que soy más de izquierda unida (nunca un nombre fue tan desafortundado...).

Bueno, la crisis económica en la que se SUPONE que estamos, no es culpa ni de Zapatero, ni de Aznar (que estuvo antes, y que según oigo a mi madre, que es cuasi-aférrima de PSOE, todo viene de él), sino de tres cosas:

1.- El euro (y la manía de los comerciantes de redondear al alza).

2.- La construcción (y sus especulaciones).

3.- Los créditos fáciles (fijaos que ya no hay ni un sólo anuncio, al menos en TV). Es que la gente se ponía a pedir dinero (sobre todo para comprarse caprichos) y luego se pasaban media vida pagándolos. A ver, si no sabes ahorrar, te jodes (perdón por mi lenguaje). Mirad, yo, que ya estoy trabajando, ya comprendo lo dificil que es conseguir dinero (me he comprado un coche de 2º mano por 500 euros, y ya me parece un pelín caro...).

Y esa es otra, los intereses (de los bancos a favor del cliente). ¿Habéis visto Mary Poppins? Cuando los dos niños van al banco con su padre y se niegan a meter dinero. Luego, la gente que está ahí lo oye, creen que el banco se niega a devolver el dinero, y como locos a sacarlo. Esos intereses no existen realmente. El banco tiene el dinero que sus cliente meten (más un pequeño porcentaje extra que el Banco Central les da para urgencias). Si todos nos pusiéramos a sacar nuestros ahorros de los bancos, sería el caos (y ríete tú de la crisis).

La única solución frente a la crisis es ésta:
1.- Tener un trabajo fijo en el que esté seguro del que no te van a echar (superado este punto, el resto es coser y cantar).

2.- Gastar lo indispensable, es decir, una lista de prioridades, como la mía:
primero, el coche (más por necesidad que por otra cosa); luego, la casa (que ya veremos cuándo me la compro).

La comida, como en principio viviré solo, pues eso que me ahorro (comprar comida para uno no es tanto, sobre todo si estás los primeros meses a tappers. ¡¡¡GRACIAS, MAMUCHIS DEL MUNDO!!!). Eso sí, yo intento en lo posible no hacer planes, que siempre pasa algo a última hora que me lo desbarata todo.

Bueno, pues lo dicho, que la crisis está aquí por el redondeo del euro, los especuladores y la burbuja inmobiliaria (y los alquileres "bajo cuerda") y, sobre todo, las empresas de crédito fácil. Y esos intereses SUPUESTAMENTE físicos de los bancos. Y la solución: AHORRAR. No comprar nada si no es absolutamente necesario (la ropa puede esperar, o si no, una camisa, un pantalón, y date con un canto en los dientes). Yo lo llevo haciendo prácticamente toda la vida (no me gusta ir de compras, excepto cuando no hay más remedio; y tampoco soy muy de salir: que esta es otra. Si la gente no saliera, o no lo hiciera tanto, ya verás cómo llegaríamos mejor a fin de mes). Un amigo mio decidió hace la prueba: estuvo un mes entero sin salir, y se ahorró cerca de 300 euros (también es que este muchacho es que no conocía límite cuando salía de juerga...).

Pues eso, que Dios aprieta, pero no ahoga (pero hay veces que es que te deja sin oxigeno). Ahorrar, que ya veréis como, al cabo de un tiempo, ya llegaremos más holgadamente a fin de mes...

viernes, 9 de enero de 2009

Hola, de nuevo!!!

Vengo a hablaros de las pelis de miedo americanas, porque el otro dia vi la de Reflejos, y, la verdad, me esperaba otra cosa (aunq aun así, me gustó bastante). La verdad es que viendo esa peli descubrí los topicazos de las americanadas de terror q hacen ahora.

1.- Protagonista: como en la de Reflejos, siempre es un hombre, divorciado, sin la tutela del hijo (o con ella, pero su hijo le odia), ex-policia, con problemas (generalmente de salud: alcohol, depresión). Y sin empleo (o "en busca y captura").

2.- Escenario principal: lugares desiertos, deshabitados, abandonados, donde pasó algo terrible (muertes extrañas, incendios, inundaciones). Siempre ocurre por la noche (o en lugares siempre oscuros y tenebrosos).

3.- El malo (asesino): suele ser siempre algún psicópata (generalmente suele tener una malsana fijacion por el prota), o, en su defecto, el espíritu o algún pariente del asesino inicial (SAW), y siempre utilizan algún objeto (en el caso fantasmal) cotidiano al que no solemos darle mucha importancia, pero que después de ver la peli... (REFLEJOS: espejos; PESADILLA EN ELM STREET: sueño; RING: video; ULTIMA LLAMADA (¿se llamaba así la peli?): móviles; y un largo etcétera).

Otro tópico sueles ser chicos jóvenes, perdidos en medio de ningún sitio, por la noche (otra inmensa lista, destacando las inevitables: VIERNES 13; SE LO QUE HICISTEIS...; ¿PESADILLA EN ELM STREET?; LA CABAÑA...).

Vas al cine a ver una de estas pelis, ya sabiendo de qué va, qué va a usarse para dar miedo (tb se usa el no poder verlo: VIERNES 13 o MATANZA DE TEXAS ¿alguna vez se les ve SIN la máscara? Me refiero a las primeras pelis), pero aún así, sigue dando miedo.

La que yo creo que dio una vuelta de tuerca fue la trilogía (por ahora) de DESTINO FINAL. El prota tiene una visión, nadie le cree (otra ley de oro del cine de terror: al prota jamás le creen, al menos, a la primera: recordad la famosísima serie de LOS LIMITES DE LA REALIDAD, y el capítulo del alien en el avión, que, por si no lo sabíais, en la serie original es el Capitan Kirk el "loco", y el alien el amigo de Burt Lancaster, sí, el mudo, que no era mudo, sino que no hablaba porque teníamo un muy remarcado acento neoyorquino, y que no concordaba con las pelis que hacían), y el asesino es la propia MUERTE. Y debo decir que las tres son de mis favoritas, porque lo paso fatal (sí, me gusta, porque empiezan a pasar cosas que dices: "ahora le mata con eso", pero no pasa nada; "será con eso otro"; y nada...). ¡¡¡Ay, si Hitchcock viviera, se volvería a hacer de oro, ese rey del suspense!!!

Ya todo esto se desveló un poco (y es cierto en las pelis de los 70 y 80) en SCREAM.

Bueno, si veo otra de miedo, veré si se cumplen estas reglas (bueno, también he visto MONSTRUOSO, tipo "BRUJA DE BLAIR", en el sentido de que todo el rato la cámara es la propia cámara de los protas, que comienzan grabando una fiesta, pero un enorme monstruo llega y arrasa con todo, y tratan de salir de ¿Nueva York?. Ahora no me acuerdo, pero está muy bien hecha, y me gustó tb bastante, porque hay escenas que se parecen mucho a ciertos sueños que tuve (y q a veces tengo ahora), como la escena del puente, o la del "primer plano" que uno de los protas saca del monstruo (hasta casi al final de la peli no se ve bien qué es eso). Pero no os desvelo nada, porque es mejor verla, que está muy bien. ¿REC? Sí que he intentado verla un par de veces (ya en TV), pero nunca consigo verla empezar (ni terminar). Un día me la bajo de internet y me pongo a ello (hay un montón de pelis y series que tienen buena pinta, pero que no ves un capi o una de las sagas, y te lías). Tengo que mirarme las de SAW, que ya hay 5, pero sólo he visto 2 o 3 (y no seguidas, porque la primera es la ultima que he visto :P)

Bueno, veré cd pueda las de SAW a ver si es verdad que se cumple lo que yo digo o qué (peli tipo "CUBE": un tio que encierra a unos cuantos en no se sabe donde para que intenten salir).

Bueno, hasta otra, nenes

miércoles, 7 de enero de 2009

La religión entre líneas

Ya vienen los reyes... Por el arenaaaaaaaaaal...

Ya están terminando (o ya lo han hecho) las fiestas... Y el martirio de los villancicos (¡¡¡qué alivio!!!). Pero no os creais, porque estas fiestas me ha dado por pensar en los villancicos, en lo que dice, y hay cosas, que, la verdad, son muy raras para estas fechas:

Por ejemplo, la canción de la burra, sí, esa que dice "hacia Belén va una burra (rin rin)". Pensemos seriamente (XD) en ello: Comienza diciendo "Hacia Belén va una burra cargadita de chocolate..." ¿No sería más bien una "mula"? Y el estribillo de "yo me remendaba, yo me remendé, yo me eché un remiendo, yo me lo quité" ¿A qué se refiere con lo de los "remiendos"?

Y luego la segunda parte del villanico: "María, María, ven acá volando, que el chocolatillo se lo están llevando". Sin comentarios (entre María, "volando" y "chocolatillo", me da que dicen llevando cuando quieren realmente quieren decir "fumando" o algo por el estilo...).

O la "marimorena" (¿otra alusión a...?), que dice una parte algo así como "en el Portal de Belén hay estrellas, sol y luna...". Vale que el sol y la luna coincidan a la vez (en el cielo), pero, ¿y las estrellas? Y otra pregunta mucho más importante, ¿qué coño se fuma esa tal Belén para ver a la vez estrellas, soles y lunas? Ah no, espera, que es una fiesta: se celebra en casa de Belén, donde están Estrella, (Mari-)Sol, Luna, José, pero, ¿quién es la Virgen? ¿Acaso alguna mujer es virgen actualmente? Y el niño de la cuna, ¿es el hijo de Belén? ¿O un apodo, tipo cantante flamenco, o torero andaluz? "Hoy, en las Ventas, seis toros seis de la ganadería Osborne, tomando la alternativa Pepe Carmona, El niño de la cuna".

Otra cosa que dice este villancico es algo así como "En el Portal de Belén, han entrado los ladrones, y al pobre de San José, le han robado los calzones". Belén, por lo que más quieras, múdate de casa, que te entran hasta ladrones (o ratones según otra versión). Y qué decir de José, ¿es que no había otra cosa que se han tenido que conformar los ladrones que los gayumbos de Pepe? Pero la versión de los ratones es peor: "y al pobre de San José le han ROÍDO los calzones". O estaban muuuuuuuuuuuy hambrientos esos animalillos de Dios, o es una broma (de muy mal gusto, por cierto) de Belén, que mintió al decir que entraron ratones (o ladrones). ¡¡¡Creo que ya empiezo a vislumbrar quién es la "Virgen" y de quién el niño de la cuna!!! (Qué orgias que se montan en casa de Belén...).

Y los Reyes Magos, recordad que uno es negro (sin alusiones prejuiciosas). Además, llevaban oro, incienso y mirra... ¡¡¡Ahora comprendo qué cojones es la mirra!!!

¿Habéis visto (supongo que sí) el anuncio de navidades del Red Bull? Cuando María dice lo del toro, sí, algo así como: "Un toro? Pero si ya tenemos un buey". Y mira a San José..., ¿con qué intenciones? ¿A qué se refiere? Si ya todos (incluido él mismo) sabíamos que Jesús no era hijo suyo...

Además, te paras a pensar en cosas de la Biblia, y dices, "¡coño!". Pues eso he hecho yo ahora, he pensado en ciertas cosas que, la verdad, ya comprendo cómo pudieron pasar ciertos "milagros", como el famoso arbusto ardiendo que vió ¿Moisés? Y que le hablaba... Me da que ese arbusto era otra cosa...

Y los milagros de Jesús, como, por ejemplo, Lázaro, que resucitó. A ver si es que estaba de un resacón de esos que te duran tres días, o su propia imagen: revisad todos los cuadros y pinturas que existen en el mundo sobre Cristo: siempre es un hombre de pelo largo y barba, predicando el amor por todas partes... Y retomando lo dicho más arriba... ¡¡¡Jesús fue el pionero del movimiento hippie!!!

Aunque hay cosas que las hace Jesús hoy, y no lo cuenta, como lo de "dejad que los niños se acerquen a mí". Sé de cierto cantante de renombre que dijo (o hizo) algo parecido, y lleva años de juicio en juicio.

Y cuando caminó sobre las aguas... Hay que leer entre líneas: fue por un puente (que está "sobre el agua").

También cuando San Juan escribió su Apocalipsis, para mí que, entre una gripe mal curada, una pesadilla y a saber lo que habría comido (o fumado), hasta yo escribiría cosas como las que dice ("después de leer el libro me lo comí"; "apareció de dentro de la ánfora una mujer"; "una bestia con siete cabezas y siete coronas"). ¡¡¡Eso sí que es un buen viaje y no lo que te desean en un crucero por el Mediterráneo!!! (Juanín, cuidado con las setas rojas con puntitos blancos, que son un pelín indigestas...)

Bueno, y más cosas que otro día os diré. Espero que esto os haga pensar algo.

Y que los muuuuuuuuuuuuuuuuuy religiosos y creyentes no lo vean como una herejía, tan sólo es mi punto de vista (el de un "inculto" XD)

domingo, 4 de enero de 2009

Anécdotas de hotel

Bueno, pues ya empezamos con el hotel... No os digo cuál, a ver si mi jefe va a estar leyendo esto y me echa (q con lo q me pasa en la recepción, no me extrañaría nada). Veréis, anoche (trabajo por la noche, ya creo q os lo dije antes) teníamos el hotel al 90% (pero en realidad 100%, pero ya se habían ido cerca de 15 habitaciones, el hotel tiene poco más de 100).

Teniamos todos de un grupo, y había habitaciones q las pagaba el grupo, otras las tenían q pagar los propios clientes, pero lo malo es q mis compañeros me lo dejan todo tan bien explicado... Por suerte (o por desgracia) tan sólo tuve una salida, pero no sabía si tenía q cobrarle o lo pagaba el grupo. Mirando en todos los sitios donde se explicaba, llegué a la conclusión de que la información se contradecía (además, no entendía nada: ¿debo cobrarle o no?).

Al final, para no comerme la cabeza, hice según me aparecía la cuenta en el ordenador: sólo cobrarle gastos propios (tan sólo un café). Luego se lo expliqué al relevo por la mañana.

Es q eso es lo q me jode más de mi trabajo: los grupos. Porque la información q te dejan es q las habitaciones son, por ejemplo, a 100 euros (recuerdo q es un hotel de 4*), pero cuando reviso, una por una, las habitaciones, me encuentro precios de 95, o de 70, o de 130 (bueno, en este último caso, suelo mirar si es una hab. triple), pero eso es lo malo, q no te dicen nada de por qué los nuevos precios. Pero bueno, en todo caso, yo no suelo tocar los precios (salvo q me digan lo contrario).

Otra anécdota (y de estas tengo una cada semana, si no una al día), y es que la gente confunde las estrellas de los hoteles: las estrellas hacen referencia a los servicios que ofrece el hotel, no a un mayor nivel de libertad. Eso q os quede claro a los q leeis esto. Si vais a un hotel de 4 o 5*, comportaos (q a veces creo q la gente se comporta mejor en hoteles de menor categoría, véase hoteles d 1 o 2*), porque anoche, y tb gente del grupo, me vinieron para saber si la cefetería del hotel estaba abierta. Yo les dije q no, q ya estaría cerrada, y se me quejó, diciendo lo que la gente dice siempre en estos casos: vaya hotel de mierda (no literal, aunq 1 vez si q lo dijeron con todas las letras, aunq eso ya os lo contaré otro día), q un hotel de esta categoría no tenga cafetería o servicio de habitaciones a estas horas... Tb me dijeron q es q acababan de terminar de cenar... ¡¡¡y todo esto a las 2 de la madrugada!!! Y yo me pregunto... ¿para q sirve entonces los "bienvenidos" q les damos cd llegan al hotel? Es decir, unos papelitos q les damos con las llaves, q contiene información, no sólo del número de la hab (las llaves son tarjetas magnéticas, sin número), sino q tb contiene los horarios de los servicios del hotel.

Pues eso, q si algo falla en un turno, falla en todos, y lo peor es q creo q el de noche es el q recibe en ambos carrillos. Llevo ya unos días pensando en irme, pero, claro, es q en todos los trabajos es así... Bueno, resistiré un poco más, pero si llegado un día (o noche :P), estallo, lo dejo. Definitivamente.

Porque esa es otra, al ser un hotel de tan alta categoría, hay veces q te llega gente q, revisando el nombre, empiezas a temblar. Por ejemplo: yo, cd reviso las habitaciones (los precios) y veo nombres del tipo: "Jose Maria Lopez de Aguirre y Puyol" (por ejemplo, me lo acabo de inventar), piensas: bueno... este es un pijo... Y si tiene suite, "cágate lorito". Es que ha habido gente q era así, y me dieron la noche, quejándose pero de tonterías, como una vez uno q me dio la noche: primero, llega tarde (ya hacia la medianoche, eso si, hay gente q avisa), y luego me dio la tabarra durante una hora u hora y media porque las cortinas no tapaban bien las ventanas y podía colarse un rayo de sol y darle en la cara, y él no quería levantarse a las seis de la mañana porque le da el sol, y me hizo buscar pinzas o algo para tapar bien la ventana con las cortinas. Pero yo vi la ventana y, en verdad, no llegaban a cerrar bien las cortinas, lo admito, pero lo que no tapaban las cortinas era el marco de la ventana (un marco bastante gordo, la verdad, de madera). Yo esto siempre se lo dejo explicado a mis compañeros para q lo sepan, por si el cliente llega al dia siguiente y se queja.

Pero bueno, lo q siempre me pasa es que hay gente q llega d la ciudad a las tantas y tienen hambre (o sed) y piden si se les puede subir algo a la hab. Yo les digo q imposible, por dos razones: no está dentro de mis obligaciones, y el servicio de hab. ya está cerrado. Hay gente q se enfada, pero no se queja, pero hay otros q... es como si se les diese una patada en todo el cielo de la boca. A ver, ¿es q no le han echado un vistazo al horario de los servicios del hotel?

Bueno, lo dejo, que es q me pongo malo...

Ya seguiré otro día con más cosas...

sábado, 3 de enero de 2009

El Gabinete de Doctor Caligari

Bueno chic@s, aki sigo. Por fin vamos (vais) a poder leer el q de verdad es mi primer blog. Aki os comentaré una peli q vi hace unos dias; se trata de, como habeis podido ver en el titulo, El gabinete del doctor Caligari, una peli alemana muda de 1919, y que, con razón, es considerada una de las obras maestras, no sólo de esa época dorada del cine mudo, sino de toda la historia sino de toda la histora del cine.Para los que penséis q es un aburrimiento y una cansinez, os diré q estáis equivocados. Y por eso os explicaré muy sucintamente el argumento (sin desvelar el final, q vale la pena ver la peli al completo con tal de llegar a esa escena final).

La historia (contada por el protagonista) va de un charlatán q llega a la feria q se celebra en un pueblo. Allí presenta a Oscar, un joven padece de insomnio desde siempre. Este hombre ha conseguido dormirle (hipnotizándole), pero lo "espectacular" es que cada vez q (se le) despierta, predice el futuro.

Lo extraño viene ahora: sin saberse cómo ni porqué, empiezan a cometerse asesinatos y muertes extrañas en el pueblo. El protagonista piensa pronto en ese extraño charlatán y su espeluznante hombre insomne, ya que los asesinatos comenzaron justo el día en q ellos llegaron.

Tras varias pesquisa el joven decide vigilarle, y así descubre q es cierto lo q él pensaba. Una de las veces sigue al charlatán (ya descubierto) hasta un hospital, y ahí, con ayuda de los doctores, descubren el diario del charlatán.

Bueno, lo dejo aki, porque si no, os desvelo toda la trama, y eso no está bien. Sólo digo q es, quizá, el primer thriller psicológico q se filmó (y os recuerdo q es de 1919). Y el final está muy bien hecho, con un giro de guión increible, q no te esperas, y te hace pensar en todala historia...

Aki os dejo la primera parte de la peli, colgada en youtube:




Gracias a Sigfrido23, quien hace un año q lo colgó. (Espero q me permitas colgar, al menos, este video en mi blog...).

Para los demás, sólo deciros q espero q os guste; admito q hay momento un pelín pesados, pero vale la pena. Y q es cortita... Tan sólo son 70 minutos...

¡¡¡Hala, a disfrutarla!!!

viernes, 2 de enero de 2009

MI PRIMERA VEZ...

Bueno, ésta es mi primera vez... haciendo un blog (jejeje...). Ahora sólo os quedan 2 opciones, o seguir leyendo, o salir. Y no, no se cuenta nada de sexo ni nada parecido (por ahora...).

Bueno, pues en este blog, lo q intentaré es contar cosas mias, cosas q me pasan en mi trabajo (soy recepcionista en un hotel de Segovia, España, no Colombia, lo siento, "hermanos" latinos, que mira q me gusta vuestra cultura, y yo quisiera nacionalizarme latino para poder hablar con vuestro acento, q es el mejor acento q he escuchado en mi vida). En la recepción de un hotel (y en el hotel en general) hay siempre cosas q contar, unas buenas, otras no tanto... Y habrá veces q, si leéis algún blog, veréis q pondré verde a todo el mundo, y es porque estaré de malas (cosa normal en mí, quizá tenga algo que ver porque soy geminis? ya sabéis, los gemelos, la doble personalidad...).

A lo que iba, que os contaré cosas de mi vida, cosas del hotel donde trabajo (q hay anécdotas, por lo menos, una por semana). Tb os contaré cosas mías, en el sentido de comentaros pelis o músicas q he visto/oído, publicaré videos o audios (si lo consigo, porque la verdad soy un completo negado para esto de la informático, internet, etc...), tb publicaré cuentos e historias q escribo (ojo, q a algunas las pondré varios rombos :P). Si alguno ve q esos "rombos" son demasiados, q me lo diga e intentaré eliminar esa entrada.

Sin más, os dejo, puede q mañana, o hoy (o es "u hoy"? Siempre tengo dudas con estas cosas...) escriba ya algo más "normalito".